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Nov 20

«DEBEMOS RESPALDAR Y REFRENDAR 5 VECES SI»

Jorge Sierraalta Zavarce, Rector de la Universidad Nacional Experimental del Transporte (UNETRANS).

En 1899, se produce un laudo arbitral que despoja a Venezuela de la Guayana Esequiba por un tribunal que respondía a los intereses del imperio británico, el cual fue resuelto de manera fraudulenta, ya que hubo complicidad entre los delegados británicos y el juez ruso que determinó el fallo. Venezuela no aceptó la sentencia del laudo, que estaba basada en falsas informaciones cartográficas y documentales y en el desconocimiento del Tratado de Arbitraje de 1897, pero se vio obligada a participar en la demarcación de la nueva frontera, aunque sin asumir el territorio trazado en el Laudo de París,tal como se observa en un escrito de Venezuela ante la Corte de La Haya en 1903.

Desde ese momento y hasta 1962, los sucesivos gobiernos venezolanos sostuvieron la tesis de una solución amistosa del conflicto fronterizo, procurando una justicia territorial al grave daño cometido a la integridad geográfica del país. El Reino Unido respondió siempre a las diligencias venezolanas afirmando que la controversia era «cosa juzgada». En febrero de 1962, Venezuela denunció ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la necesidad de revisar el estado de la reclamación venezolana y reiteró la posición venezolana de que el Laudo Arbitral de 1899 era nulo e irrito, en el momento en que el Reino Unido se preparaba para darle la independencia a la Guayana Británica. La independencia se postergó hasta 1966, una vez que Londres y Caracas llegaron al acuerdo de crear una comisión mixta con la incorporación de representantes de la Guyana Británica, que durante cuatro años y en el marco del Acuerdo de Ginebra buscaron una salida jurídica al contencioso entre las dos naciones. El documento permitió a Venezuela condicionar la independencia de la ahora República Cooperativa de Guyana al reconocimiento de Reino Unido y de la propia Guyana de la reclamación venezolana.

Entre 1982 y 1999, ambos países intentaron resolver el asunto a través del mecanismo de buenos oficios de la ONU-un sistema de arreglo pacífico de controversias, para mediar en la disputa territorial -, que nunca arrojó resultados concretos. la República Bolivariana de Venezuela solo reconoce como instrumento legítimo para la solución de la controversia sobre el Esequibo, el Acuerdo de Ginebra de 1966, el cual establece en su Preámbulo que la controversia territorial debe «ser amistosamente resuelta en forma que resulte aceptable para ambas Partes»; y comprometió a las Partes en su Artículo I «a buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia»; y en consecuencia, los medios de solución de naturaleza jurídica (arreglo judicial o arbitraje) deben ser excluidos, por no ajustarse al espíritu y objetivo del Acuerdo de Ginebra. El Estatuto, el Reglamento y la Jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia son totalmente claros al señalar que todos los Estados Parte de una controversia que le sea referida, en este caso la República Cooperativa de Guyana y la República Bolivariana de Venezuela, deben reconocer de manera clara e inequívoca su jurisdicción para tener competencia en la misma.

El conflicto se avivó en 2015, cuando la petrolera Exxon Mobil anunció el descubrimiento de un importante yacimiento en el océano Atlántico, justo en la zona que entra en el histórico diferendo territorial. Las exploraciones fueron realizadas con el aval de Georgetown y eso provocó la protesta del Gobierno Venezolano.

La presencia de compañías multinacionales estadounidenses en las áreas adyacentes a la zona en litigio, el abierto apoyo del gobierno estadounidense a que la decisión sea tomada por la Corte de la Haya y el desarrollo de maniobras conjuntas navales entre Guyana y Estados Unidos han aumentado las hostilidades entre ambos países, habida cuenta de que Washington refuerza sus alianzas con países vecinos de Venezuela en una especie de «operación tenaza» mediática y diplomática.

La República Cooperativa de Guyana persiste en su actitud unilateral deconceder licencias petroleras a empresas transnacionales en áreas marinas y submarinas por delimitar, lo cual añade elementos extraños a la controversia y ha generado incidentes, como el ocurrido con los dos buques de exploración petrolera que ingresaron sin permiso en la Zona Económica Exclusiva que genera el Delta Amacuro en diciembre de 2018, contraviniendo el espíritu de lo acordado en el Acuerdo de Ginebra.

Como es del conocimiento público, el nuevo Gobierno de Guyana ha ignorado, cuando no desconocido, la vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966, mostrando una actitud contumaz y ambivalente e infligido serias y graves ofensas al país.

En ese contexto, el gobierno nacional ha decidido convocar un referéndum consultivo sobre el Esequibo, formulando cinco preguntas relativas a las políticas que el Estado Venezolano debe desarrollar sobre tan importante tema. Todo ello de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional. Guyana en un acto inconcebible, desde el punto de vista jurídico, ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia una demanda para impedir dicho referéndum, presentándose como un acto inamistoso de Venezuela y desconociendo nuestro ordenamiento jurídico.

Es necesario que cada venezolano busque información, que, en cada comunidad, empresa, en las escuelas, liceos y universidades, Consejos Comunales, que en todos los escenarios sea debatido el tema de nuestro Esequibo, que se conozca la verdadera historia, que la gente se informe sobre el proceso del referendo consultivo, conozca las preguntas y al momento del sufragio, por Venezuela marcar 5 veces Sí.

Venezuela siempre hará valer sus derechos legítimos sobre el territorio de la Guayana Esequiba, mediante las negociaciones directas tal como lo establece el Acuerdo de Ginebra y en el espíritu de la paz que guía la diplomacia venezolana.

Perseverar es vencer

 

«EL SOL DE VENEZUELA NACE EN EL ESEQUIBO»